La Loma
Le pedí que me llevara hasta lo más alto del rancho,
donde se cosecha camote y vive el Pochote.
Dejamos atrás las calles pavimentadas de cemento
para entrar a los pulmones de los cerros.
Saludamos a los ejidos, a las cabañas de madera y casas moldeadas en adobe.
El Jeep dio paso a senderos desconocidos.
Al llegar a la loma, el sol mañanero se estiraba detrás de los cerros.
